¡YO MISMO PUEDO HACER PERFUMES!
¡No es perfumista quien quiere! Con la moda del “hazlo tú mismo”, en un mundo tan digital es posible encontrar en Internet tutoriales o blog donde te explican cómo realizar mezclas de aceites esenciales en alcohol o decocciones de plantas en diversos soportes líquidos. De ahí a igualar los perfumes comerciales, ¡nada menos cierto! Sin contar con los riesgos que conlleva la elaboración o el uso de estos productos hechos en casa. La perfumería tanto industrial como artesanal (esta ultima casi inexistente) ahora está sometida a una estricta legislación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, por lo que se refiere a sus componentes, fabricación, distribución y ahora en estos últimos años en los mensajes y textos que comunican al publico. Elaborar tú mismo un perfume sin conocer estas normas puede salirte caro económicamente, pero mas caro puede salirte cuando descubras en la piel el poder irritante de un aceite esencial de canela o el poder fotosensibilizador de una bergamota entre otros.
En cuanto al resultado olfativo, podrá parecerse, en el mejor de los casos, a una mezcla básica de olores, ciertamente agradable, pero que nunca estará a la altura de una composición diseñada por un perfumista. Ya sea en términos de calidad, de equilibrio, de tenacidad o, incluso, de estela. Porque el dominio de la técnica requiere unos conocimientos y una experiencia que solo pueden adquirirse gracias muchos años de formación y de práctica.
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